Sobre la intransigencia

Comentaba con Maribel de Anglo-Francofilia los dos tipos de intransigentes que hay (con respecto al post de La conjura de los necios) y para tratar de hacerlo entender, tomo una frase del genial libro "Una lectora nada común"


Pero para ella el nombre de la gente era indiferente, como todo lo demás, por otra parte: la ropa, la voz, la clase social. Era una demócrata auténtica, quizá la única que había en el país. 


Lo que trato de decir es que algunos somos intransigentes sí, pero sabemos que tenemos que tolerar. Y al no hacer diferencias entre aquello que no aprobamos (ropa, educación etc) y meterlo en el mismo saco, acabamos por ser tolerantes con cualquier cosa que nos echen. 

1 comentarios:

dijo...

Lo que no me gusta estéticamente tampoco me genera ningún tipo de intolerancia. Los contrastes son necesarios, para que exista la belleza tiene que existir la fealdad, para que exista lo elegante tiene que existir lo vulgar etc. etc. Es cierto que en el mundo moderno desde la irrupción de los grandes almacenes y la democratización de la moda la vulgaridad se ha multiplicado. Sin embargo, creo que la variación entre las personas y las múltiples posibilidades de elección son algo bueno que da color a la vida. Lo único que me hace detestar a cierta gente es su ideología cerrada y sus prejuicios.

Un saludo