Portadas de manual


Inaguro una nueva sección. Portadas de manual.

Porque una imagen vale más que mil palabras.

La corbata


Ayer por la mañana mi vecino me tocó el timbre. Tenía una boda y necesitaba que alguien le hiciera el nudo de la corbata.

Se lo hice, por supuesto. Pero me hizo pensar en que clase de sociedad vivimos en la que un hombre no sabe hacerse el nudo de la corbata.

Sé que la corbata acabará desapareciendo de aquí a dentro de no muchos años, pero hasta entonces, ¿Tan dificil es hacer un nudo?

Santé


La playa es un lugar idóneo para consumir revisteo del malo, y hablar de temas frívolos con toda la seriedad del mundo, y la presunción de los expertos.


Una de las cosas que más critican mis amigas son los consejos “sanos” para mantenerse delgada y guapa de las famosas. Puede que el cuerpo de las mujeres sea distinto del de los hombres, pero por experiencia sé que lo que las famosas proponen funciona. No hace milagros, por supuesto, hay que tener en cuenta como es cada persona, pero siempre aportan un aire más sano. Lo cual no es poco.


  • Beber mucho agua. No hay que pasarse, pero la hidratación se nota.

  • Tomar fruta. Eso es sano. Y punto.

  • Hacer ejercicio. No por estar delgado o en forma. Sudar es bueno, y te hace estar “radiante”.

  • Dormir. Mínimo 8 horas, cada día. De nada sirve hacer un maratón de siesta el fin de semana si no se duerme lo suficiente durante la semana. Elimina las ojera (hasta cierto punto) y ayuda a la piel.


No es que esto te convierta en una belleza, pero a nadie le gusta la gente con aspecto de cocainómano.



La lozanía es algo que nunca pasa de moda.


El lujo al alcance de la mano





¿Está el lujo realmente tan alejado de las posibilidades de una persona normal? No necesariamente. Como con la mayoría de las cosas en esta vida depende de lo que uno este dispuesto a sacrificar.



Primero me gustaría diferenciar entre dos tipos de lujo: el duradero y el efímero. El primero sería todo aquello que perdura, algo material. Mientras que el segundo son más bien, los momentos; el poder acceder a algún lugar exclusivo o tomar champagne en un zapato, emulando a la Mistinguett.



Es el duradero el que más me interesa. Supongo que soy un poco como Charles Foster Kane, si pudiera tendría mi propio Xanadu. A lo que me refiero es que estoy seguro que todos habéis querido siempre poseer algo. Unos zapatos de Louboutin, un bolso 2.55 o una lámpara de Philippe Starck. Lo que sea. Por supuesto que son caras, pero no son inalcanzables.



Ante todo hay que decidirse por algo. Hay que concretar. Cuanto más general sea la idea, menos claro tendremos el objetivo. Al mismo tiempo, hay que ser realista. De nada sirve proponerse comprar un Monet. Pongamos por ejemplo que queremos este pañuelo de Hermès, 420€. No vamos a gastarnos medio sueldo de un mes en un segundo. No todas las economías pueden permitírselo.




Segundo. Hay que ahorrar. Parece fácil pero no lo es. Eso si, con ciertas técnicas resulta más sencillo y gratificante. Primero nos enteraremos del precio. Puede parecer una estupidez, pero conocer el precio aproximado de algo nos permite conocer mejor cómo van nuestras economías.



Otro buen consejo para ahorrar consiste en hacerlo en metálico. Al guardarlo en una cuenta no somos tan conscientes y por lo tanto la satisfacción y el aliciente son menores. Por ejemplo, yo de pequeño guardaba mis ahorros en una cajita de té tal que ésta.



¿Cómo ahorrar? Quitándose gastos menores, sin prisa. ¿Podemos prescindir de esa camiseta de Zara? Pues 12 euros a la caja. ¿Un billete de 5 euros en un bolsillo del pantalón? A la caja. ¿Dejamos de salir un noche? Pues la cantidad que hubiéramos podido gastar va a la caja. Por eso es tan importante tener claro lo que se desea, así no nos costará tanto sacrificarnos.



Y al final, cuando crucemos las puertas de la elegante tienda que hayamos elegido, la satisfacción será mayor. Y el sacrificio habrá merecido la pena, por que sabremos que nos hemos ganado a pulso nuestro pequeño lujo.



Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes. Yoda

El cepillado de Hollywood

Soy nostálgico. Para bien o para mal. Afortunadamente es un sentimiento que me agrada. Casi siempre. Soy de los que opinan que cualquier tiempo fue mejor.

Cómo la época dorada de Hollywood. Época de elegancia y glamour. Por lo menos desde fuera. Una época en que los hombres eran hombres, fuera cual fuera su sexualidad (Cary Grant o Rock Hudson, por citar algunos) y las mujeres eran atrevidas y encantadoras al mismo tiempo.

Yo siempre he tenido una batalla con mi pelo, aunque supongo que todos la tenemos. El moreno quiere ser rubio, el rizado liso, y viceversa. Por eso siempre me gustaba como llevaban el pelo los actores de esa época. Recuerdo que era un efecto que yo nunca conseguía con la gomina. Tan sedoso y brillante, pero sin ser grasiento.

Hace ya tiempo, leía un articulo en el GQ americano, en la sección de Scott Schuman, en la que revelaba el secreto. Parece ser que el truco está en cepillarse el pelo con un cepillo de Acca Kappa (ni idea del material que es) Según decía, tenía que ver con el poco espacio que había entre las púas, el cual permite que la luz se refleje de otra manera. No sé si será cierto del todo, pero no me importaría probarlo.

Si es cierto que funciona, me compraría uno ahora mismo. Recuerdo a alguien decir que nuestras abuelas siempre parecían actrices de cine en las fotos antiguas, pues yo confieso que a mi me encantaría parecer un actor antiguo en mis fotos. No basta con las Rayban chicos.

Más información, aquí.