Elegancia y horterez


Beverly se dedicaba a elegir para la princesa un vestido de noche. Tendría que ser, como siempre, un color llamativo combinado con otro cauto. La mejor manera de alternar la elegancia con horterez.

Terenci Moix. Mujercisimas

2 comentarios:

dijo...

Yo creo que es sano ser hortera.

Un poco, al menos.

No se puede ir de punta en blanco. Todos somos algo horteras incluso siendo refinados. Hay negros que gritan perdición, grises que dicen "aquí hay algo más". Trajes sastre que son totalmente dominatrix.

Como aquello de que cuando Hermés iba cabeza abajo, a Helmut Newton le dio por ver las posibilidades sexuales de las bridas, las sillas de montar, los bolsos de cuero y se hizo un reportaje con el catálogo entero.

Todo es hortera.
Un poco al menos

dijo...

Bueno, la horterez va con la persona.
Como esa gente que se compra algo carisimo y lo hace parecer de mercadillo.