Demasiado demasiado

- ¿Sabe usted algo de él...? Que lo desacredite, quiero decir.
- Iba demasiado bien vestido... llevaba el pelo demasiado largo... y olía a perfume.
- Y, sin embargo, acepto su invitación para cenar - apuntó Battle.
-Si cenara solamente en las casas cuyo dueño es de mi completo agrado, temo que no saldría mucho de noche, superintendente - replicó Despard con sequedad.
- Le gusta a usted la vidad de sociedad, pero no la aprueba ¿verdad? - sugirió el otro.
. Me gusta, pero por períodos cortos. Sí; me gusta volver de la selva para encontrar habitaciones iluminadas, mujeres vestidas con ropas encantadoras; para comer bien, bailar y reir... pero solo por un tiempo. Luego, la insinceridad de todo me produce náuseas y quiero marcharme otra vez.

Cartas sobre la mesa. Agatha Christie.

Son unas frases que yo habría podido decir perfectamente (si es que no las he dicho ya antes)

La fiesta en casa


En estas fechas tan entrañables bastantes amigos miso vuelven a casa como el turrón. A falta de tiempo, una buena idea es juntarlos a todos. ¿En un bar? ¿En una terraza? Como me gusta jugar a ser anfitrión yo digo: No, en casa. Organiza una fiesta.

Modo de empelo para una fiesta réussie.

Invitación: Ni sms cutres, ni invitaciones impresas. Utiliza el teléfono, el contacto personal siempre ayuda a las dotes de persuasión. Por supuesto limita la lista de invitados, por espacio, por supuesto, no por snobismo.

Tema: Siempre es mejor personalizar la fiesta. No tiene por que ser una fiesta de mascaras, pero al menos que tenga nombre. Puede ser la fiesta del Vodka por ejemplo. Nada como elegir un alcohol para personalizar una fiesta

Bebidas: Cuando uno es el anfitrión se espera que tenga comida pero no pasa nada por “sugerir” que la gente traiga las bebidas. Para quitarle hierro al asunto, propón que los hombre traigan el alcohol y las mujeres el hielo. (Dependiendo de la cantidad que asista de cada sexo, of course) La proporción perfecta para que las bebidas estén frías y las mujeres calientes, como diría Groucho Marx.

Música: Desconfía de poner el Ipod en modo aleatorio. Nunca sabes qué puede salir. Prepara una buena selección antes. Y no olvide poner algo de música cutre por si la fiesta decae. Tres sugerencias que siempre hacen que la gente se anime: You are the one that I want, de Grease, En tu fiesta me colé de Mecano y Mamma Mia de Abba.

Dress Code: Depende de la fiesta pero mejor prescindir de él. Una buena solución es proponer una fiesta de gala para que las mujeres puedan usar esos vestidos especiales para cotillones, bodas y bautizos que nunca tienen oportunidad de volver a usar.

Decoración: Evita las guirnaldas, las velas y similares a no ser que vayan con la temática de la fiesta. Mejor poner manteles de tela en todas las mesas. Disfraza la casa y evita las manchas.

Fumar o no fumar: Una vez más, depende de los amigos. Aunque uno no fume, nunca está de más indicar algún sitio en el que se pueda. En un balcón o una ventana no se molesta a nadie.

Y sobre todo, relajarse. Un anfitrión no tiene que ir de grupo en grupo avivando las conversaciones, los propios invitados deberían saber con quién les apetece hablar y con quién no.

Cine para las Navidades

Y tanto si os gusta la Navidad (como a mí) o preferís pasarla en estado comatoso en el sofa, aquí va mi lsita de pelicula Navideñas (que en algunos casos, no lo son necesariamente)

  • La quimera del oro. Charles Chaplin 1925
  • Mujercitas. 1949
  • Batman vuelve. 1992
  • Me enamoré de una bruja. 1958
  • Milagro en la ciudad. 1994
  • Gremlins. 1984
¡FELIZ NAVIDAD!

Pushing Daisies

Pushing Daisies es una serie que apenas llego a aguantar dos temporadas (una pena, creo yo). Cuenta la historia de Ned “el pastelero” quien tiene el don de resucitar a los muertos cuando les toca una vez, pero que vuelven a morir si les toca una segunda vez. Cuando muere el amor de su vida decide resucitarla, y ahora vive enamorado sin poder siquiera besarla.

Lo que más llama la atención de esta serie es su estética tan alegre, exagerada, e incluso “años 50”. Y sin embargo, Ned, el chico más dulce que podáis imaginar, que dedica su vida a hacer pasteles en un mundo de lo más colorista, viste exclusivamente de negro y gris.


Un bonito contraste.






Improvisando


Una vez Napoleón III y Eugenia de Montijo estaban de viaje por Inglaterra para habalr con la reina Victoria de la guerra de Crimea. Se celebraba en su honor una cena de gala pero ¡oh! los baules no habían llegado, así como tampoco el peluquero.La puntualidad de la etiqueta no permitía esperarlos y aún y sin tener nada que ponerse, no podia dejar de comparecer.
Una de las damas tenía ahí sus pertenencias, y le propuso un vestido de colo azúl. Con unos cuantos retoques se le ajustó. Tampoco tenía ni diadema ni aderezo, asi que pidio flores. A falta de violetas, se le entregó una cesta llena de miosotas; de este modo dispusieron ramos un poco por todo, en el escote, en guirnaldas sobre la falda, en espirales para retener los tirabuzones del peinado. Cuando hizo su entrada todas las cabezas se giraron hacia ella. La frescura del traje primaveral y las flores, eclipsaban los aderezos de brocado y los collares de damantes de las ladies boquiabiertas.

Curiosamente a las miosotas tambien se les llama nomeolvides, y bien es sabido que la reina Victoria nunca olvido a Eugenia.

No hay que olvidar que aunque la grandeza siempre impone, el encanto, la dulzura y la sencillez son armas infalibles para conquistar hasta a una reina. Y es que hasta un sencillo narciso puede llamar la atención en un jardín completo de rosas.

En Paris todo el mundo viste bien II

Era mi intención el otro día hablar de la gente que viste mal en París y al final acabé hablando de los que, a mi parecer, mejor visten. Podría seguir hablando de las distintas clase que hay, pero qué queréis, me aburre la clase media, se salva la burguesía, pero ésta nunca ha sido clase media ¿verdad?

Mejor voy directo a la gente que realmente viste mal. Me refiero a esa gente de clase media baja, que en los 70 pudo ser clase media a secas, pero a la que ahora se le añade el “baja” al final. De los que te dirán que viven en Paris cuando en realidad se refieren a algún Banlieue de Îlle-de-france.

Mujeres a las que les encantan los colores vivacious, de las que se tiñen el pelo en casa y les queda canario. O peor, de peluquería que consigue el mismo resultado. De chicos con el pelo rapado a maquina. Si tienes suerte y eres mono ça va, si no, se siente. De los que llevan vaqueros desgastados horribles, zapatillas negras y calcetines blancos. De los que compran en Kiabi (la mode à petits prix, recuerden). De los que llevan las viseras sobre la cabeza, no puestas y llevan riñoneras de LV de (obvia) imitación. Los paletos de toda la vida, que también los hay en españa. ¿Cuál es la diferencia? Aquí uno es paleto esforzandose demasiado. Ahí uno es paleto por no esforzarse en absoluto.

Así que, que quede claro, en París NO todo el mundo viste bien. De hecho, la prueba viviente de ello es el centro comercial de Les Halles un sábado a la tarde. ¿De verdad creíais que no había poligoneras en París?



Desmontando mitos. En Paris todo el mundo viste bien


Desmontando mitos. En Paris todo el mundo viste bien.

Este post está absolutamente basado en mis experiencias personales y puede no corresponder a la realidad.

Absolutamente falso. Las generalizaciones son malas, malisimas, aunque yo haga mucho uso de ellas. No se puede decir con rotundidad que en Paris todo el mundo viste bien como no se podría decir que en Madrid se viste mal.

La clase alta

Paris es una ciudad con más de 2 millones de habitantes. Algunos de ellos viven en Neully-sur-Seine y son de clase altisima. Que visten de las marcas “de toda la vida”: Burberry's, Lacoste, Hermès, y van a Lafayette cuando necesitan “básicos”. Gente de la que se hace las camisas a medida con sus iniciales y para los que la moda es algo a seguir con pies de plomo. Gente bien de toda la vida, de lo que no buscan “faire étalage”. Ellos piensan: tenemos dinero, nuestros amigos lo saben, y ellos a su vez también lo tienen, pero eso no es excusa para ir pregonándolo.

Familias en las que las mujeres heredan no solo joyas y muebles, también reciben pañuelos de Hermès de hace más de 30 años aún en sus cajas naranjas, apenas gastadas. Familias en las que padres e hijos se compran el mismo modelo de polo o jersey aunque en tallas diferentes. El padre lo llevará con un pantalón de pana marrón y el hijo con unos vaqueros, cuestión de generación.

En general, el dinero viejo no sigue demasiado la moda. O mejor dicho, la moda de las revistas o de los blogs. Ellos tienen su propia etiqueta, y aunque muchos arribistas la crean fácil de imitar, su ojo, realmente entrenado, es capaz de diferenciarlo. Y si no, en cuanto hable. Que por la boca muere el pez.

En una época en la que cualquiera puede comprarse cualquier prenda, es el savoir-faire lo que realmente importa. Porque el pedigrí no se puede fingir.

Cholate con churros


Y espero ver algún día en "The Selby" una bandeja tal que esta, con churros en lugar de macarons.

La utilidad de lo bello


La utilidad de los artículos valorados por su belleza crean una dependencia muy íntima.
Una chuchara de plata labrada a mano, de un valor comercial de 10 dolares, no es más útil (en el primer sentido de la palabra) que una cuchara del mismo material hecha a maquina. Probablemente será incluso menos útil.
Inmediatamente se duduce que la primera chuchara agrada a nuestro gusto, a nuestro sentido de lo bello, en tanto que la otra, no tiene ninguna función útil aparte de su eficacia bruta.

Hábitos mentales populares

¿Cómo llega la moda de las pasarelas a las amas de casa cuarentonas de barrio? Me pregunto yo.

La clase elevada no puede efectuar a capricho una revolución o una inversión repentina de los hábitos mentales populares relativos a cada sector. Para que cualquier cambio llegue a empapar a la masa y cambiar la actitud habitual del pueblo, se requiere tiempo; especialmente si se trata de cambiar los hábitos de aquellas clases que están socialmente más remotas del cuerpo donde irradian los campos.


Teoría de la clase ociosa. Thorstein Veblen. 1899

Psicologia de la moda


¿Qué te has puesto?

El traje chaqueta que me probé el otro día.

El rojo. Un color fuerte, como de semáforo diciendo “detente”

Felipe y Letizia. 2010


¿No es estupendo todo lo que puede decir la ropa que escogemos? Para que luego nos digan que no hay que fiarse de las apariencias.

Defunct Fashion


Anna Wintour dice que la moda no trata de mirar hacia atrás, si no hacia adelante. Siento discrepar. La historia nos demuestra que todos los sucesos se repiten, con distinto factores pero se repiten. Y la moda no va a ser distinta. Es lo que tienen los ciclos. Una cosa nueva no es más que algo viejo que se había olvidado.

En el mundo de la moda, yo me he dado cuenta de que a la hora de hablar de ropas de otras épocas, recurrimos al cine para visualizarlas. A veces son muy concretas pero en otras fallan no son mas que una reproducción desde nuestra época.

Por eso me gusta tanto Defunct Fashion, por que por una vez, se nos enseñan las ropas sobre las que leemos, sin los “filtros” del cine. Y al perder el encanto, ganan en realismo. Que cada cual vea qué prefiere.

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Anna Wintour says that fashion is not about looking back, but about looking forward. I disagree. History shows than all events get repeated once and again, only with different characters. And fashion is not different. A new thing is nothing more than an old thing that got forgotten.

When we talk about other eras' clothing, we tend to imagine them through the films. And films are not always too accurate I'm afraid. Sometimes they don't show the real style, but a reinterpretation they make from our time.

That's why I love so much Defunct Fashion, because, for once, cloths are showed with any filter. And even if they lose the charm, they win in realism. Let each one decide what they prefer.

Llega el frío


Vuelve el frío.

Y con él los guantes, las bufandas de punto o las de Burberry's. Las medias y los calcetines gordos. Las camisas de oxford azúles y las mujeres con abrigos de pieles. Las botas de agua y los paraguas como carpas de circo.

Los maravillosos peinados que crea el viento y los jerseys con dibujos nórdicos.

El ceremonial del té, o del café, colacao, o lo que sea, mientras este caliente. Y el tirarse en el sofa con un libro (Nancy Mitford y su "A la caza del amor" es genial para el invierno) o una pelicula. Los pijamas de franela y los edredones gigantes. Uno tiene la sensación de que nada malo puede pasarle bajo un edredón bien mullido.

Y las bolsas de agua con funda de tartán. Y tartán, tartán por todas partes.

Definitivamente, con el frío, todo es estéticamente más hermoso.

Complementos II


La blackberry no es un teléfono ni una PDA, es un complemento. Como todos esos complementos que han perdido parte de su utilidad (véanse gafas, bolsos) para convertirse en un símbolo de estatus.

Y eso queda muy claro a la hora de llevar la blackberry; el móvil se lleva en un bolsillo o en el bolso, la blackberry, atención, se lleva en la mano. Bien protegido con una funda (rosa y negro parecen los colores más populares) parece más un bolso de mano que un teléfono.

Por supuesto, la blackberry es un artilugio muy útil, recibir emails y navegar por internet en cualquier sitio es una maravilla. Pero no es el único dispositivo que permite hacerlo. La blackberry es una marca, y donde hay una marca, hay un estatus, una categoría. Por que para eso están las marcas, para diferenciar.

¿Tienes un Iphone? Seguramente eres un enamorado de los nuevos “gadgets” (horrible palabra, por cierto) o alguien con un trabajo relacionado con las nuevas tecnologías, ¿Tienes una blackberry? Forzosamente debes tener un trabajo de lo más glamouroso e interesante, ¿ o no? Estatus, una vez más.

Por que antes existíamos cuando pensábamos, ahora “recibo, luego existo”. No eres nadie si nadie te escribe ¿no? O peor aún, si nadie ve tu blackberry.

A fin de cuentas, da igual que solo la uses como un teléfono móvil normal. En un bolso de fiesta no te entran muchas cosas, y puedes prescindir a menudo de tus gafas de sol pero, ¿Quién dijo que los complementos tenían que ser prácticos?

Aclaración: No tengo nada en contra de las blackberrys ni contra la gente que las usa. Es simplemente que últimamente me he visto rodeado de ellas en manos de gente que realmente no las necesita.

Dinamismo




Al día siguiente se despertó dinámica y optimista. Así pues, se puso una blusa de seda salmón y un Chanel gris perla. Nada como los modelos de Mademoiselle para indicar a una mujer activa que el mundo le pertenece.


Terenci Moix, Garras de astracán.

Complementos I


Las gafas de sol son EL complemento por excelencia. Pero ¿cuál es el encanto que poseen? ¿Por qué cualquier pseudo-famoso o una persona con ínfulas de grandeza las llevan? ¿Es por lo que esconden o precisamente por lo que dejan ver?

Antiguamente (y actualmente también) se decía que los ojos eran los reflejos del alma. No hay parte de la cara que delate tanto nuestras emociones que los ojos, y siguiendo una mentalidad anglosajona , en la que mostrar las emociones es síntoma de debilidad, unas buenas gafas de sol resultan una buena aliada.

Esto promueve la idea de que, aquellas personas que no se quitan las gafas de sol deben de tener alguna importancia para querer mostrarse tan imparciales y distantes. ¿Quién no odia hablar a unas gafas de sol? Voila la distancia.

Por otro lado, están esas personas que actúan de una forma que al principio puede resultar contradictoria, hasta que vemos cual es su objetivo. Ya que, fingiendo ocultarse tras unas gafas de sol, consiguen llamar la atención. Siendo este el objetivo principal.

Una vez esto promueve otra idea: si lleva gafas de sol, debe de ser famoso o cuando menos, muy cool. Lo cual no es más que el escalafón más bajo de la fama.

Vamos, que uno se esconde, precisamente para ser encontrado.

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Sunglasses are THE accessory. But what is the charm they possess? Why would any pseudo-celebrity or a person with pretensions of grandeur wear them? Is it because of what they hide or perhaps because they let on?

It is said that the eyes are a reflection of the soul. No part of the face betrays our emotions more than the eyes, and by the Anglo-Saxon standards, in which showing emotions is a sign of weakness, good sunglasses are a good ally. This promotes the idea that those People who do not remove sunglasses must have some importance to appear so impartial and distant. Who doesn't hate talking to a pair of sunglasses? Voila, distance.

On the other hand, there are those people who act in a way that can be contradictory at first, until we know their agenda. And, pretending to hide themselves behind sunglasses, they are calling your attention. Being this the main objective. This raises another idea: if you wear sunglasses, you must be famous or at least very cool. Which is not more than the bottom rung of fame.

If someone hides away, it is only to be found.

Royal Doulton


Ann disfrutó en la sección de porcelana de los almacenes del Ejercito y la Marina. Penso que, en la actualidad, cuando hay tantas cosas hechas mal toscamente, daba gusto ver la buena porcelana, cristal o cerámica que el país sabía producir todavía.

Una hija es una hija. Agatha Christie.


Creo que comparto ese sentimiento. ¿Tan dificil es hacer las cosas bien?

Cuenta que la reina Maria de Teck de Inglaterra (abuela de la actual reina) tenía una fobia terrible a la pobreza debido a su infancia.

Incluso una vez reina de Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda del Norte y demás países de ultramar, siguió con la manía de acumular cualquier objeto valioso para asegurarse no volver a ser pobre.

Siempre me ha recordado a esa frase de “Lo que el viento se llevo” en la que Escarlata, cuando le preguntan por qué hace tratos con yanquis responde: ¿Te has olvidado lo que es ser pobre?

Ojo, no hay que confundir la peniafobia (nombre científico) con el síndrome de Diógenes y similares. Las personas que lo sufren solo acumulan objetos valiosos. En cierto modo me recuerda a Anna Dello Russo y su famoso apartamento-armario.

Aunque no debería hablar, porque yo soy el primero al que le duele tirar nada. Acumulo cosas sin orden ni sentido. Bueno, si que tengo una línea a seguir, aunque muy subjetiva: solo guardo cosas “bonitas”. Vaya usted a saber.

Para más información sobre la reina Maria de Teck y su problema aquí. Merece la pena.

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Queen Mary of Teck, as the say, had a terrible phobia to the poverty since she had suffered it in her childhood.

Once Queen of England, she persisted with her problem, tending to accumulate any valuable object, so she would never be poor again.

It reminds me of a quote from “Gone with the wind” when Scarlet is asked about her deals with Yankees, she answers: ¿Have you forgotten what to be poor means?

In some way, it also reminds me of Anna Dello Russo and her apartment-wardrobe.

I shouldn’t speak since I’m the first one to keep things. The only line I follow is that, those things, must be “pretty”. God knows what that it means.


Champagne


- Yo a éstas horas siempre tomo champagne.
- Lo apruebo. Una mujer con esa costumbre demuestra saber lo que quiere. El champagne siempre fue el nectar del triunfo.

Garras de astracán. Terenci Moix


Y para mí, solo existe Veuve Cliquot.

Costumbre y ceremonia


Según dicen, antiguamente, en el ejercito inglés había unas normas bastante estrictas respecto a la etiqueta. A pesar de estar en la guerra, se les obligaba a afeitarse con regularidad y guardar un uniforme para reuniones sociales.

No penseis mal. No era esnobismo (no principalmente, al menos). La razón era más "psicológica".
A un hombre puede darle igual afeitarse o no, si su ropa esta sucia o rota, puesto que realmente no se ve. Sin embargo, sí que ve a sus compañeros, y si todos van igual de desarreglados, la moral decae porque tienen la sensación de estar realmente en el frente, fuera de la civilización.

Es por eso que los ingleses se esforzaban tanto en ir bien vestidos y limpios, y conservar las costumbres de casa (el té, por ejemplo). Por que es la frivolidad la que demuestra que existe una civilización.

O en palabras del poeta Yeats: ¿Dónde si no en la costumbre y en la ceremonia nacen la belleza y la inocencia?


Y yo soy una persona que realmente agradece tanto la costumbre como la ceremonia.

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In the british army, during the Victorian era, as they say, they were quite a strict with etiquette. Despite the war, they were forced to shave them-selves often enough and to keep an uniform for social gatherings.

It wasn't a matter os snobbery. The reason was more "psychological". One particular man can feel good even with a beard and a dirty uniform. The broblem lies in the community, if they see each-other that way, the would feel depressed. They would realized they were fighting in a war, out of the civilization.

That is why the british army tried hard to dress clean and proper, and to maintain their customs (E.g. Tea time). Because
frivolity is what makes civilized.

In Yeats' words: How but in custom and in ceremony are innocence and beauty born?

And God knows how I love custom and ceremony




OSS117 o el síndrome de los Buddenbrock

Os presento a Hubert Bonisseur de La Bath. Nombre en clave: OSS 117. El James Bond francés para que me entendais. Machista, anticuado, narcisista y siempre perfecto. Bien-sûr!
Hombre anclado en los años 50 más tipicamente franceses. Época en la que la gran Francia se tambaleaba con el problema Argelino. Las colonias se perdían, el mundo hasta entonces conocido se desvanecía, todo, menos la Grandeur. Y eso se refleja en la ropa. Aunque todo se desmorone, que se note que ante todo, somos franceses.
Trajes impecables, ya esté en Brasil o en el Cairo. Sin importar las temperaturas. Siempre perfecto. Nadie dijo que un agente secreto tuviera que ir forzosamente mal vestido.
Y no olvidemos su parure: Corbata, siempre. Pañuelo en el bolsillo, necesario. Gafas de sol, prácticas. No lo hace por que sea la moda, de hecho, está ya pasado de moda, ni tampoco por llamar la atención. Lo hace, porque Il le faut!
Su machismo no es solo estético. El es un macho. Un hombre de pelo en pecho. Un hombre que no se preocupa por los sentimientos de los demás. No por falta de interés, sencillamente porque no sabe interpretarlos.

Lo que se dice un tombeur. A veces funciona, a veces no. Ese es su mantra. Pero ¿qué más da? Como diría otra gran francesa; rien, je ne regrette rien. ¿Su mayor arma de seducción? Su sonrisa y el vello asomando por la camiseta interior. Y es que no parece saber que Clark Gable elimino la camiseta interior.



Y es que la gente se equivoca. Las aparencias no engañan. Sencillamente hay que saber leerlas.
A fin de cuentas, no son nuestras habilidades las que muestran como somos, si no nuestras elecciones.



Y cuando uno es como OSS117, al menos es autentico. Y eso cuesta encontrar.



OSS117 Cairo, nido de espías.

OSS117 Perdido en Rio

Vogue


Por alguna extraña razón no puedo parar de escuchar el Vogue de Madonna. Y eso teniendo en cuenta que no le tengo demasiado aprecio.

Para el verano que viene


A pesar de que hoy acabe oficialmente el verano (bendito seas Otoño), yo ya propongo algo para el verano que viene. Si lo hacen en las grandes pasarelas, ¿por qué yo no?

Desde hoy revindico el pañuelo anudado al cuello como complemento en verano. Ya puestos a rescatar complementos, éste me gusta.
Espero que alguna de estas grandes cadenas de moda para usar y tirar me lea y lo añada a su próxima colección de verano.

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Though Summer is over (God bless you Autumn) I already suggest something for next Summer.

I suggest the neckerchief as the oficial men’s complement for Summer 2011. If the thing is to revive old fashion, I really like this one.
I hope some low cost company reads this and puts the neckerchief in next year collection.




Un hombre de verdad

¿Dónde están los hombres de verdad?

A los que no les da asco coger un pez con las manos


Los que se sienten la llamada de lo salvaje

Los que encuentran satisfacción en hacer algo con sus propias manos

Los que saben cambiar la blackberry por una navaja cuando es necesario.


Un hombre de verdad ¿Dónde está?

Los bolsos grandes


Tenía que haber sabido que había algo raro en cuanto apareciste en mi vida con ese bolso tan sumamente grande.Lo que suele haber en un bolso de semejante tamaño no tiene que ser nada bueno.
True Blood

El señor de los anillos


Cuentan que la Reina Victoria de Inglaterra estaba traumatizada por sus dedos, demasiado cortos y gordos, por lo que se los llenaba de anillos, incluyendo los pulgares cuando salía en público para distraer la atención. Desconocía que solo conseguía atraer aún más las miradas.

¿Tendrá Lagerfeld la misma problemática?
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Queen Victoria, as they said, was obsesed with her fingers – too short and fats – so she would wear lots of rings, even in the thumbs, to distract the atention. She didn’t realise that the effect was the opposite one.

Will Mr. Lagerfeld have the same obsesion?

Las francesas son extraordinarias

Las francesas son extraordinarias. Estoy pensando en escribir un libro sobre ellas y su habitat. Sus costumbres y ceremonias. Veras, solo sus pañuelos merecen un capitulo entero.



Anudado delante con una punta colgando y la otra tirada a la espalda, o dándole dos vueltas, con las puntas remetidas, o alrededor de los hombros, encima del abrigo como un chal, o anudado por detrás...



Chal, foulard, carré, écharpe... piensa en todas las palabras que tienen para decir pañuelo.


Le Divorce

Las pulgas de Maria Antonieta


Cuando Madame decidía divertirse "con los colores" - un juego que consistía en dar nombre a los matices -, no soportaba que me alejara de ella. Por lo que recuerdo, inventamos nombres sublimes y ridículos, algunos monstruosos. [...] De todos, aunque no éramos las autoras, el "pulga" era el más famoso.

¿Se sabe que fue el rey quien lo pronunció un día?

Todo empezó una mañana con madame Antonieta a causa de "composición honesta", un vestido de tafetán marrón claro. El rey pasó mientras estábamos en ello. No le gustaban demasiado mis perifollos, pero siempre me dirigía una palabra amable.

- Este vestido es del color de las pulgas - Exlamó ante mi tafetán castaño.

Todo el mundo se echó a reir. A partir de entonces, aquel color oscuro hizo furor ¡y la corte se cubrió de pulgas! Para gustar, había que presumir de marrón.

Desfile de pulgas en Versalles: pulga vieja, pulga joven, espalda de pulga, vientre de pulga, muslo de pulga, interior de muslo de pulga, cabeza de pulga, vientre de pulga en fiebre láctea, pulga de blanco...

Una epidemia que amarronó rápidamente la corte, hasta el día que la reina se cansó. No nos engañemos, no fue un capricho. Había una buena razón para ese repudio. Circulaban tonadillas mal intencionadas en Nouvelles de la Cour. ¡Y fue así como Versalles expulsó a la pulga! pero ya se apasionaba por un satinado ceniciento que debía su nombre al hermano del rey.

La competición en el juego de los colores.

Portadas de manual


Inaguro una nueva sección. Portadas de manual.

Porque una imagen vale más que mil palabras.

La corbata


Ayer por la mañana mi vecino me tocó el timbre. Tenía una boda y necesitaba que alguien le hiciera el nudo de la corbata.

Se lo hice, por supuesto. Pero me hizo pensar en que clase de sociedad vivimos en la que un hombre no sabe hacerse el nudo de la corbata.

Sé que la corbata acabará desapareciendo de aquí a dentro de no muchos años, pero hasta entonces, ¿Tan dificil es hacer un nudo?

Santé


La playa es un lugar idóneo para consumir revisteo del malo, y hablar de temas frívolos con toda la seriedad del mundo, y la presunción de los expertos.


Una de las cosas que más critican mis amigas son los consejos “sanos” para mantenerse delgada y guapa de las famosas. Puede que el cuerpo de las mujeres sea distinto del de los hombres, pero por experiencia sé que lo que las famosas proponen funciona. No hace milagros, por supuesto, hay que tener en cuenta como es cada persona, pero siempre aportan un aire más sano. Lo cual no es poco.


  • Beber mucho agua. No hay que pasarse, pero la hidratación se nota.

  • Tomar fruta. Eso es sano. Y punto.

  • Hacer ejercicio. No por estar delgado o en forma. Sudar es bueno, y te hace estar “radiante”.

  • Dormir. Mínimo 8 horas, cada día. De nada sirve hacer un maratón de siesta el fin de semana si no se duerme lo suficiente durante la semana. Elimina las ojera (hasta cierto punto) y ayuda a la piel.


No es que esto te convierta en una belleza, pero a nadie le gusta la gente con aspecto de cocainómano.



La lozanía es algo que nunca pasa de moda.


El lujo al alcance de la mano





¿Está el lujo realmente tan alejado de las posibilidades de una persona normal? No necesariamente. Como con la mayoría de las cosas en esta vida depende de lo que uno este dispuesto a sacrificar.



Primero me gustaría diferenciar entre dos tipos de lujo: el duradero y el efímero. El primero sería todo aquello que perdura, algo material. Mientras que el segundo son más bien, los momentos; el poder acceder a algún lugar exclusivo o tomar champagne en un zapato, emulando a la Mistinguett.



Es el duradero el que más me interesa. Supongo que soy un poco como Charles Foster Kane, si pudiera tendría mi propio Xanadu. A lo que me refiero es que estoy seguro que todos habéis querido siempre poseer algo. Unos zapatos de Louboutin, un bolso 2.55 o una lámpara de Philippe Starck. Lo que sea. Por supuesto que son caras, pero no son inalcanzables.



Ante todo hay que decidirse por algo. Hay que concretar. Cuanto más general sea la idea, menos claro tendremos el objetivo. Al mismo tiempo, hay que ser realista. De nada sirve proponerse comprar un Monet. Pongamos por ejemplo que queremos este pañuelo de Hermès, 420€. No vamos a gastarnos medio sueldo de un mes en un segundo. No todas las economías pueden permitírselo.




Segundo. Hay que ahorrar. Parece fácil pero no lo es. Eso si, con ciertas técnicas resulta más sencillo y gratificante. Primero nos enteraremos del precio. Puede parecer una estupidez, pero conocer el precio aproximado de algo nos permite conocer mejor cómo van nuestras economías.



Otro buen consejo para ahorrar consiste en hacerlo en metálico. Al guardarlo en una cuenta no somos tan conscientes y por lo tanto la satisfacción y el aliciente son menores. Por ejemplo, yo de pequeño guardaba mis ahorros en una cajita de té tal que ésta.



¿Cómo ahorrar? Quitándose gastos menores, sin prisa. ¿Podemos prescindir de esa camiseta de Zara? Pues 12 euros a la caja. ¿Un billete de 5 euros en un bolsillo del pantalón? A la caja. ¿Dejamos de salir un noche? Pues la cantidad que hubiéramos podido gastar va a la caja. Por eso es tan importante tener claro lo que se desea, así no nos costará tanto sacrificarnos.



Y al final, cuando crucemos las puertas de la elegante tienda que hayamos elegido, la satisfacción será mayor. Y el sacrificio habrá merecido la pena, por que sabremos que nos hemos ganado a pulso nuestro pequeño lujo.



Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes. Yoda

El cepillado de Hollywood

Soy nostálgico. Para bien o para mal. Afortunadamente es un sentimiento que me agrada. Casi siempre. Soy de los que opinan que cualquier tiempo fue mejor.

Cómo la época dorada de Hollywood. Época de elegancia y glamour. Por lo menos desde fuera. Una época en que los hombres eran hombres, fuera cual fuera su sexualidad (Cary Grant o Rock Hudson, por citar algunos) y las mujeres eran atrevidas y encantadoras al mismo tiempo.

Yo siempre he tenido una batalla con mi pelo, aunque supongo que todos la tenemos. El moreno quiere ser rubio, el rizado liso, y viceversa. Por eso siempre me gustaba como llevaban el pelo los actores de esa época. Recuerdo que era un efecto que yo nunca conseguía con la gomina. Tan sedoso y brillante, pero sin ser grasiento.

Hace ya tiempo, leía un articulo en el GQ americano, en la sección de Scott Schuman, en la que revelaba el secreto. Parece ser que el truco está en cepillarse el pelo con un cepillo de Acca Kappa (ni idea del material que es) Según decía, tenía que ver con el poco espacio que había entre las púas, el cual permite que la luz se refleje de otra manera. No sé si será cierto del todo, pero no me importaría probarlo.

Si es cierto que funciona, me compraría uno ahora mismo. Recuerdo a alguien decir que nuestras abuelas siempre parecían actrices de cine en las fotos antiguas, pues yo confieso que a mi me encantaría parecer un actor antiguo en mis fotos. No basta con las Rayban chicos.

Más información, aquí.


La collares

A doña Carmen Polo de Franco, esposa del dictador, le gustaban las joyas más que a un tonto un boligrafo. Fue esta afición suya la que le valió el sobrenombre de "La collares".

Cuando salía de compras, arrasaba, y los comerciantes temblaban. Especialmente los joyeros. Solía coger las piezas más caras y al marcharse decía que le mandaran la factura al Palacio del Pardo. Sabiendo por supuesto, que nadie tendría el valor de hacerlo.

Muchas veces, cuando los joyeros se enteraban de la visita de "La collares" a la ciudad, optaban por esconder las mejores piezas, e incluso por cerrar la tienda. Finalmente se creo una asociación de joyeros para sufragar las perdidas que causaba la señora, pagando entre todos las joyas que "compraba" en cada tienda.

Vestido de combate


La moda y la política. Nada más viejo. Políticos que aparecen sin corbata, para dar una idea juvenil. Mujeres sin tacones, y pañuelos bohemios para pretender ser, lo que no es. Moda, a fín de cuentas.

Pero repito que esto no es nada nuevo. La Reina Madre fue una experta en el tema. Hay quien la considera cursi, pero olvidamos, que ella en ningún momento pretendió ser chic ni sexy (dos adjetivos que la gente atribuía a Wallis Simpson. Sufienciete razon para odiarlos).

Sus visitas a poblaciones bombardeadas de toda Inglaterra dotaron a la monarquía de un rostro compasivo. Antes de ello Isabel se aseguró de ir bien vestida consultando a su modisto, Norman Hartnell. No estaba dispuesta a ponerse algo tan masculino como un uniforme militar, ni a presentarse como una figura regia e imponente. Después de muchas discusiones, decidió no volver a llevar nada negro – color de luto – ni rojo, color demasiado festivo para tiempos de guerra. Según escribiría más tarde, Hartnell diseñó una serie de “vestidos de combate” con “los colores pastel más suaves, rosa, azul y lila porque la reina quería dar la más reconfortante, alentadora y cordial de las impresiones”
Siempre caminaba entre las ruinas con el sombrero y las joyas puestas.

Cuando le preguntaban si era adecuado ponerse sus mejores galas para visitar lugares asolados por las bombas, Isabel sonreía. ¡Pues claro! Ellos también lo harían si vinieran a verme.

Let's promote grey

APRIL 14, 1969
(No subject)

Let's promote grey.

For everything.

At the present moment how much grey have we got?

Diana Vreeland

Y es que los memorandum de Diana Vreeland a veces son casi como Haikus


Paulina y Josefina

Y seguimos con Napoleón y su entorno.


Con ocasión de la boda de Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón, con un príncipe italiano, su cuñada Josefina decidió organizar una fiesta en honor de la pareja.
Si bien es cierto que estas dos mujeres no eran precisamente amigas, tampoco se puede decir que fueran enemigas. Podría decirse que eran más bien rivales.


Para la fiesta, Paulina decidió vestirse de verde, con un gran escote y todas las joyas que acaba de recibir de la familia de su marido. Joyas en la cabeza, en forma de corona. En el cuello, como collar. En los brazos, a modo de pulseras. E incluso en los dedos enguantados, cubiertos de anillos.
Era su forma de humillar a Josefina en sus dos puntos débiles: su edad (era mayor que Napoleón) y su falta de ascendencia noble.


Pero Paulina, como suele ser costumbre en la juventud, infravaloró a Josefina. Esta, al enterarse de los planes de su cuñada decidió responder. Pero no podía hacerlo con las mismas armas. Si usaba un escote generoso, produciría más risa que admiración. Y aunque comprara tantas joyas, no tendrían la antigüedad de las de Paulina.
Al final, dio con una solución más sencilla y barata.


La noche de la fiesta, Paulina llego engalanada y preciosa, pero cual fue su sorpresa al descubrir la trampa de su cuñada:
Había mandado forrar los muros del salón con una tela de seda azul que anulaba completamente el efecto del verde. El maravilloso terciopelo quedaba completamente apagado, las joyas parecían desproporcionadas y Paulina, una triste lavandera que pretendía destacar.
Por el contrario, Josefina había optado por una sencilla túnica blanca al estilo griego y dos camafeos como único adorno.


Paulina partió furiosa para Italia. Y es que la juventud es algo que todos tenemos, mientras que la madurez, no siempre está al alcance de todos.



O como dice el refranero español: Que más sabe el diablo por viejo, que por diablo.

La industria textil francesa y Napoleon


Con la Revolución francesa, a parte de la monarquía también cayó la industria textil francesa. Cuando Napoleón subió al poder, entre otras cosas, reinstauró las maneras del antiguo régimen.

Hay quien dice que eran sus ansias de poder y reconocimiento, pero Napoleón y Josefina, que serían muchas cosas pero sobre todo, inteligentes, conocían la importancia de promover la industria nacional, deprimida después de años de revolución.
Con la pompa que crearon a su alrededor, en las Tullerias, en La Malmaison y con el estilo emperatriz de Josefina, los Bonaparte consiguieron una de las cosas más importantes de la economía de un país.Por que si el ladrillo da dinero, las telas pueden dar aún más. Y si no que le pregunten a Sarkozy. Otros países bien podrían tomar ejemplo.

Verano azúl




Yo siempre he dicho que en el mundo de la moda todo está inventado, y en verano aún más. Al menos, en la moda de hombre, apenas ha cambiado en los ultimos 50 años.

Y si no, no hay más que ver como cualquier pelicula veraniega, no importa la época, puede servir de inspiración a la hora de vestir en verano.

Yo sigo buscando unos sencillos pantalones beige...